Hoy que tengo enemigos,
ahora que grito en el ascensor
y nadie se vuelve a mirarme.
Hoy que los folios me escupen letras a la cara
ahora que no molesto demasiado
y mi sombra me empuja.
Hoy que volteo mi corazón
ahora que la locura se me ata a los bolsillos
y mañana fue pasado.
Quevedo salpica cuando salta a la piscina y mis pies
sujetan el mundo a mi cintura.
Me rehago en la saliva que me llena los muslos,
y desafinamos mis ojos y yo.
Cuando relleno los formularios para romperme
los nudillos contra el aire
y los ojos de la urbanización.
Ahora que todos tienen claro que me equivoco
hoy que soy más yo y repto por mi espalda
hasta llegar a mi cabeza llena de toda la mierda
que ellos me han donado amablemente.
Somos el mundo afuera, pervivimos y pervertimos a los muertos que usan traje de oficina y escupimos sangre para sentirnos bien.
Drift
Hace 6 meses
11 comentarios:
santo dios. ¿pero tu tienes de esos, criatura?
Creo que no. Los ángeles no.
Mucha rabia, pero en mi infinita ignorancia no he entendido nada :P.
Besos
Un gran poema!
Llega como un derechazo a la boca del estómago y se queda ahí, revolviéndolo todo, haciéndonos pensar.
Un beso.
bufff, tengo que digerirlo.
Me has hecho tambalear los entresijos.
Joe!
Eres buenísima, niña.
yo sí que me quedé sin palabras!!!
uf! me dolió el estómago!
un besazo
Anónimo, espero no tener enemigos, sinceramente, pero no porque yo sea un ángel, sino porque los demás sepan perdonar siempre mis meteduras de pata.
Soboro, no se preocupe. Cogió lo principal.
Winsta, gracias una vez más. Reciba muchos mimos desde aquí.
Estnom, usted es grande, aunque no se de cuenta.
Síl, mira que eres "mu pequeña" para que te anden haciendo daño en el estómago. Hágame el favor de cuídárseme.
joder.
usted ha conseguido que se me revuelvan las tripas. Y no de hambre.
Me rehago en la saliva que me llena los muslos,
y desafinamos mis ojos y yo.
oh
y tantos otros oooohs
bello
y,... una me la tomo hoy a la salud de las dos muchachas del sur
Ara que tinc vingt anys.
Una hermosa declaración. Te ha costado hacerla. Pero ahí está, abriendo los caminos.
Un enorme abrazo. Creo que hemos ganado una escritora. Por el dolor, claro, nadie puede pagarte. Quizá valgan los corazones y el aliento (un poco).
¡viva la vida!
.... ¡¡Amén!!...
Y que tiemblen los enemigos!!
Martin, espero que eso sea bueno. Jeje, no, no, que le he entendido. Pa cuándo un Supercoco?
Y una nos la tomamos en breve, ¿no?
Primo, ¡viva la vida, claro que sí! El dolor, bueno, eso nunca tiene precio.
Virginia, que tiemblen, di que sí.
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