viernes, 25 de julio de 2008

A LAS 7:55

No sé si a ustedes les pasa, pero yo, según qué días, siento que me he perdido. Jamás sé en qué punto, ni siquiera soy consciente de cuándo me he dado cuenta de que ando perdida.
Siempre digo que hace sólo dos años que empecé a vivir. No es mucho, sinceramente, pero desde entonces me pasan cosas mágicas algunas, extrañas otras. Sé que tengo una impericia insultante para sobrellevar la rutina. Y me confieso llena de dudas y temores que intento no transmitir más que a cuatro personas.
Un día, hablando con una conocida le comenté que no encontraba mi lugar en el mundo y ella me respondió: "igual es que no tienes solo un lugar en el mundo". La verdad es que no lo sé.
Hoy he dormido 4 horas y, al llegar al trabajo, lo he sentido. Era como una punzada no en mí, sino cerquita, rozándome la piel y me he dado cuenta de que me siento perdida. Justo ahora que mi Alter Ego y yo hemos llegado a un acuerdo, que, al fin, tomé una decisión, cuando menos me lo esperaba. Sentí, de repente, la necesidad de salir corriendo. Entonces, leí el blog de David (que ocupa un camarote preferente en mis lecturas, aunque tenga la cama sin hacer) y pensé en cómo andamos. Dice él de sí mismo que anda dando saltitos. Y que la Muchacha también lo hace.
¿Cómo andamos los demás?
Es una sensación jodida la de saber que hay que seguir contando los pasos sin tener claro cómo andamos o hacia dónde.
¿No se han sentido perdidos ustedes nunca? ¿No se han parado a mirarse los pies y pensar dónde les llevan?

18 comentarios:

Єѕтnoм dijo...

La entiendo tanto, señora...
Así andamos un montón, se lo aseguro.
Supongo que es el precio que debemos pagar por esos momentos impagables de mágia, como Vd. lo llama.
Vamos a seguir adelante, y tanto, que sí, Carmen.
Conseguiremos desdudarnos.
La beso, mucho.

Anónimo dijo...

Ay, hija mía, los caminos de Dios son inexcrutables.
Yo que te voy a contar que no sepas.
¿sabes lo que hago yo? Para orientarme algo, aunque no sepa a dónde me dirijo: cojo unos referentes, ya sean personas a las que quieres, principios con los que te encuentras bien. Luego, me dejo llevar por la corriente dentro del inmenso mar de posibilidades de destinos y me quedo dormida en la barca, sin darle muchas vueltas al coco. Lo malo es que de no llegar pronto a lo mejor me da una insolación o, peor, al final desembarco en una isla de caníbales.
Besos

Єѕтnoм dijo...

Soboro, me apunto a lo de la barca y a lo de los canívales si son esos que se lo comen todo muy bien comido, jajaja...
Va, Carmen, dale a los remos, que es viernes y hay prisa.

Anónimo dijo...

Tomar una decisión no significa dejar atrás los miedos e inseguridades que la acompañan.
Pero si estás convencida de que eso es lo que realmente quieres hay que seguir adelante y, cuando menos lo esperes, ya no te sentirás tan perdida y descubrirás que has encontrado tu lugar (uno de ellos)
Sino tómate unos mojitos y canta rancheras... Yo te acompaño y te hago los coros...

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja, Estnom (lo siento, pero no tengo alfabeto cirílico).
Muy ingeniosa.

Anónimo dijo...

Carmen, iba a decirte algo parecido a lo que explica soboro, pero ella lo expuso tan bien que ahí está.
Un abrazo.

(Acabo de releer tu entrada Jornada Laboral y me reafirmo en que tienes una habilidad especial para los diálogos y un sentido del humor y una ironía geniales.)

NáN dijo...

¿Sabes que estás escribiendo algo que ya se hizo, en tiempos de los monjes miniaturistas? El libro de horas. Pero no importa, porque la originalidad no es el tema, sino la voz. No solo no importa, sino que es excelente.

A partir de ahora, a las 7:55 me expresaré una duda. Como un homenaje.

Juanjo Merapalabra dijo...

No encontrar mi sitio, estar fuera de lugar, cogerme fuera de juego. Pues sí. Más aún, muchas veces pienso que es por mis indecisiones. Otras pienso que mis decisiones me acarrearon este presente. En fin, supongo que si fuéramos jarrones mal colocados alguien ya nos habría roto el alma al pasar a nuestro lado en un descuido. ¿O quizás por eso lo hicieron?

Camille Stein dijo...

la sensación de estar perdido la llevo inscrita en la frente... quiero decir que la siento a menudo, como una de mis señas de identidad... una especie de desarraigo insuperable que a veces se calma con el placer momentáneo del 'sitio seguro'... sin embargo no dura demasiado: quizá sea cierto eso de que tenemos más de un lugar en el mundo

un beso

Lara dijo...

Tú andas como volando.
Una reina mora te espera junto al mar, y nosotros te esperamos junto a cualquier sitio que nos digas.

Gemma dijo...

¿Perdida a las 7:55?
Y a a las 7:56, 7:57, 7:58, 7:59...

Casi casi te diría que si no ando perdida, no soy yo. ;-)

Besos y abrazos animosos

síl dijo...

leyéndote tu "comienzo de vida" de hace dos años, me has recordado a mí... aunque, a mí, me da la sensación que muero y renazco cada dos por tres...
el otro día un sufí nos contaba de la importancia que tiene para los derviches el retorno a los orígenes, la interiorización, ir en dirección al corazón,... un retorno que, para ellos, sólo se puede hacer borrando tu biografía...
será que soy sufista y no me había enterado ;)

un abrazo!

Ali Silenciosa dijo...

Hola, preciosa! Entiendo perfectamente lo de que no encuentres tu lugar en el mundo... A mi también me pasa... Pásate por mi blog, creo que sabrás quien soy.

carmen moreno dijo...

Bueno, si somos tanto los perdidos igual es que no lo estamos tanto.

Soboro, tomo como referente tapitas en la judería. Anda que no.

Ayla, gracias por comentar, hacía mucho que no la veía y tenemos que preparar nuestras rancheras.

Primo, mi realidad sí que es una miniatura. Ufff.

Síl, seas o no sufí, el camino hacia nosotros mismos siempre es el más difícil y el único.

Ruhm, ya sé quién eres. Es el Quorum.

carmen moreno dijo...

Lara, si bajas por el Sur dame un toque, que luego no me entere yo, eeeeeeeeeeeeh? (con voz de amenaza mortal).

ETDN dijo...

umm, yo es que más que andar me tropiezo, me golpeo con rocas varias puestas aposta para comprobar todas las tonalidades de morado por las que puede pasar un dedo del pie o directamente me caigo en los bujeros de las playas esas de por ahi. Yo que decía: me voy a Cai, al mar, la playa na más salir de casa y no. La playa a tres horas de coche, qué cosas...

pd.- Se trata de caminar para no quedarse siempre en el mismo sitio. Avanzar, aunque sólo sea para descubrir adónde se quiere regresar. Nunca los pasos son iguales ni los pies bailan igual. No dejes que nadie te marque el ritmo, sigue el tuyo.

besote y cuidate

María a rayas dijo...

mira Carmen...hace un par de años una amiga que se había ido a vivir a Buenos Aires me regaló para mi cumpleaños una frase y una verdad. Yo entonces hacía maletas llenas de incertidumbres para cruzar el charco e irme a vivir a México...y hoy, de vuelta a este Madrid vertical, tengo esa frase colgada junto a mi cama, para cuando me da el vértigo...

La frase dice...la felicidad no es una estación donde llegar, sino una forma de viajar...

no andamos perdidos porque no tenemos una estación donde llegar, caminamos, simplemente

y eso, querida Carmen, eso sí que es vivir...

un abrazo

carmen moreno dijo...

Creo que es la primera vez que me ocurre que una entrada sigue viva después de publicar otra. Cómo mola!!!

Etdn, ya se lo dije ayer, pero se lo vuelvo a repetir: ha sido un gustazo tenerla por aquí. En breve nos tendrá por allí.

María, en eso estamos de acuerdo, lo malo es cuando tus pasos no son tuyos o, al menos, eso te hicieron creer. Pero andar siempre, seguir con el camino.