domingo, 5 de octubre de 2008

SERES HUMANOS (un millón de cosas)

Debo confesar que cuanto más miro a mi alrededor, cuanto más observo al mundo más miedo me da éste, más quiero a la gente a la que quiero (valga la redundancia).

Me he venido a vivir a Madrid, a una calle situada entre Tirso de Molina y Lavapiés. Si ves a un español andando por sus calles pueden darse tres cosas:

1.- Somos Zoe y yo.
2.- Es Marwan, que está siempre en todas partes, el tío.
3.- Se ha perdido.

En nuestro edificio hay cuatro plantas contando con el bajo y debemos ser el 20% de españoles, eso contando al presidente de la comunidad o, como a él le gusta denominarse, "el virtual". Vivimos en el 3º, en el 2º hay un piso que debe albergar a 300 africanos que van rotándose y que son de lo más majo y educados que uno se puede echar a la cara. Nuestros vecinos del 3º son sudamericanos y los de la puerta de al lado tienen una niña de un año que es para comérsela, enfrente creemos que vive alguien porque se oyen voces, sobre todo las de la tele, pero me niego a pensar que TVE, T5, La Sexta, A3, o Cuatro, hayan optado por alquilar un piso para que se lleve todo el día la tele encendida, aunque todo podría ser... Creemos que son sudamericanos porque ponen reguetón o bachatas el resto del tiempo que no está la tele encendida, pero no les he visto nunca, creo (tengo que preguntarle a Zoe).

A ratos pienso en mi hermano pequeño. Nunca les he hablado de él. Bueno, éste es el momento.

Soy la mediana de tres hermanos a la par que la única niña. Mi madre, durante el embarazo decía de mí por lo que me movía: "si es niño será futbolista, si es niña será marimacho..." (ay, la sabiduría de las madres...). Mi hermano mayor es un hombre serio, responsable, con su familia, su trabajo, su... bueno, que es un hombre serio y responsable (insisto). Mi hermano pequeño...

Yo adoro a mi hermano Lolo o, como él se llama en los medios, "The Mac". "The Mac" es un ser entrañable, lleno de miedos, complejos, y bondad. Pero si tuviera que definir a mi hermano con una palabra sería: FRIKI. Es el ser más friki que me he echado a la cara (bueno, él piensa lo mismo de mí). Mi hermano es capaz de repetirte el capítulo completo de un libro que le haya gustado. Viste por arriba (camisetas, jerseys, cazadoras...) casi siempre de negro, o en su defecto de yanqui (lo de negro no es por la raza, sino por el color. No, no el color de la raza, sino el color de la ropa... Bueno, ya me entienden). Ve la vida a través de los ojos de Kevin Smith (es una forma de hablar, que luego se me enfada) y se ríe con la Princesa Prometida (aún no he conseguido encontrarle la gracia, Lolo). Dibuja muy bien, aunque jamás se ha decidido a apostar por él. Tiene un corazón así de grande, pero siempre anda gruñendo.

Es muy pequeño (aunque mide 1´77 y pesa 90 kilos) y a mí me gusta llamarle sensei, que es algo que le saca de quicio. Tiende a no ser empático y quitarle importancia a todo. No le gusta dibujarse importante, pero es uno de los pilares de mi vida. Le encantan los cómics (por supuesto) y las mierdipelis yanquis sin sentido y con muchos tiros. También le gusta el cine clásico y es una de las personas más eclécticas e inteligentes que uno pueda conocer. Tiene la sabiduría zen de Homer Simpson y el desapego de éste también.

Tiene un amigo que hace guiones para cómics, llamado Julio, otro que es portero de baretos en los que te preparan mezclas que hasta el gran Peter ha podido tomar, otro con una tienda de cómics (claro) y un hijo ¿o es hija?, otro que es un clon de él y tiene una novia que adora las vacas. Todos son de lo más interesantes, todos son capaces de enseñarte mucho.

El día que le dije a mi hermano, llena de miedo (yo tenía 22, él 18): "soy homosexual", él me respondió: ¿y? ¿en qué te cambia eso?

Todo eso hace que yo adore a mi hermano. Bueno, eso y que me parto de risa cuando me voy con él a alguna feria de cómics y nos miramos cómplices y sólo nos resta saber que de todos los que por allí pasean, probablemente, nosotros somos los más frikis. Él siempre más y, si no me creen, ya le conocerán un día de estos (eso espero).

Le pueden conocer algo más en: http://mcnolo.deviantart.com/

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya diste el salto, ya estás en Madrid. Me alegra y espero que seas muy, muy feliz.
Me encanta ese edificio en el que vives y sé que nos vas a regalar estupendos relatos. Todo un mundo.

Me encanta la descripción que has hecho de tu hermano, y te diré que una de mis películas preferidas es La princesa prometida y que también colecciono y revisiono cine clásico.

Besos para ti y para Zoe.

Senza fiato. dijo...

Oh! La princesa prometida!
-Como desees...

Junto con Wilow es mi película preferida...

Qué gran hombre tu hermano, que gran mujer tú...

1585 kilómetros me separan de enamorarme... Así que el miedo suele hacer el viaje de ida y vuelta varias veces... Se instala y me da con un bate de beisbol en los riñones... Pero el aparece y, aunque no pueda abrazarme como Zoe lo hace contigo, lo noto aquí.

Un beso, Carmen... y, bienvenida a Madrid. Me gusta saber que tengo cerca gente como tú.

LUISA M. dijo...

¡Así que ya estás en Madrid! ¡Buena suerte en esta nueva etapa! Y, ya sabes, no te olvides de la gente del Sur.
En el edificio donde vivís es de lo más internacional (o sería mejor, intercultural), eso puede ser una experiencia interesante que tal vez te inspire para un relato... o un libro.
¡Bravo por el cariño que le muestras (y nos dejas ver) a tu hermano pequeño! Me gusta la forma en que nos cuentas cómo es.
Entraré en su blog para conocerle un poquito más.
Besos.

NáN dijo...

Sabes lo que te deseo en esta etapa, ¿no?

Pues entonces no hace falta escribirlo.

carmen moreno dijo...

Winsta!!! qué bueno es siempre escucharte.

Enana, ¿qué son unos pocos kilómetros? Bueno, no son tan pocos... Que sí, que sí, que el tiempo y la distancia son relativos. Bueno, el tiempo parece que más.

Luisa M. ¿cómo olvidarme de mi gente del sur? Eso es imposible. Yo soy de allí y os llevo aquí (me señalo el centro del pecho).

Primo, ¿que sí lo sé? Tú me has dado tanta fuerza que jamás podré saldar la deuda. Ayyyy...

Virginia Barbancho dijo...

Y los 300 africanos del 2º viven también en un estudio como el vuestro??? empiezo a dudar de que el contínuo espacio-tiempo de los ladrillos de ese edificio sera ni medio normal!

María a rayas dijo...

así que ya estás por aquí...entonces ya no tenemos excusa...tendremos que conocernos
no???

besitos

carmen moreno dijo...

Virginia, es que tú sólo viste el ala sur, mujer.

María, yo estoy deseándolo. ¿Usted tiene mi email? morenopcarmen(arroba)gmail (o, hotmail) (punto)com

zöe riudavets dijo...

vir, eso es como "El leon, la bruja y el armario"... a que no abriste la puerta del armario.... claro, como ya estamos fuera no te molestaste en mirar, pero el estudio es el recibidor del segundo palacete de madrid...jijijijijijiji

carmen moreno dijo...

Es lo que digo yo, Zoe, esta gente rica... Mire, es María la que hace esas cosas que a usted le gustan tanto y se ponen en la ropa, o en el bolso, o... yo qué sé...

Anónimo dijo...

Vale lo de la publicidad a tu hermano en los media... pero confiesa perramente que a veces te dan ganas de empezar a tirarle de los pelos y dejarlo como yo.

¿Que no?

Anónimo dijo...

Y por cierto...

¿QUÉ HACES AQUÍ METIDA?

¡A ESCRIBIR!

carmen moreno dijo...

Don Micro, Nobody is perfect, pero yo le quiero tal y como es.

ETDN dijo...

Nobody is perfect.

Firmado: Nobody.

jajaja, no he podido evitar hacer un chiste.

Ya estoy aquí, ¡ y vosotras también!

uf, perdón si estoy espesa. Es el jet lag. Mejor te llamo.

bss

Gemma dijo...

¡Bienvenida (a Madrid), Carmen!

Aquí a eso se le llama "multikulti" (de multicultural, se entiende). Nuestra casa berlinesa lo es también. En ella (de hecho en todo el barrio) hay más turcos que alemanes.

¿Contenta?

vega dijo...

espero verte esta noche y concerte por fin de verdad!!!!

Di que vienes, anda!

Muchos besos de esta madrileña de adopción que vino de paso y ha terminado por quedarse!

carmen moreno dijo...

Nobody, sure?

Mega, si yo contenta estoy, es sólo que no entiendo a nadie en este barrio, porque hace mucho que no practico el árabe, jamás supe hablar en ningún dialecto africano y el español de allende los mares, a ratos, se me antoja... bueno, ese sí que lo entiendo.

Vega, estuve, estuve y fue un placer conocerte.