Si hay algo que me fascina cuando llega esta época del año es mi laaaargo peregrinar por los médicos de todas las especialidades que habitan en Cádiz.
Hace un par de meses fui a pasar el reconocimiento médico de empresa. Sí, sí, ese que pasa todo el mundo llevándose a casa la máxima advertencia de: "debe hacer algo de deporte porque tiene una vida muy sedentaria". Pues no. Yo fui al médico y me dijo:
-Esto... ¿te sientes cansada?
-Sí.
-¿Se te cae el pelo?
-Sí.
-¿Has perdido o ganado peso en los últimos meses?
-Sí.
-Ya, ya. Bueno, mira, tienes que ir a un endocrino porque tienes la glándula tiroidea inflamada.
Así que la semana pasada fui al endocrino, pasando antes, claro está, por mi médico de cabecera.
Cuando llegué al endocrino lo primero fue:
-¿Tú tienes 50 años?
-No que yo sepa.
-Ah, vale me he equivocado al introducir tus datos.
-Bien, dame el papel que te ha dado el de cabecera.
-No me ha dado ningún papel. Bueno, me dio el P10, pero lo tuve que dejar en el centro de salud para que me pidieran la cita.
-¿Cómo que no te ha dado nada?
Ante esa pregunta sólo pude encogerme de hombros y abrir mucho los ojos porque me veía en la calle sin que me hubiesen mirado tan siquiera.
-En fin... ¿Te has notado bocio?
-Esto... ¿Me puede explicar qué es exactamente eso? Yo le puedo decir que noto una presión muy fuerte todo el tiempo en la laringe, justo aquí.
El médico se levantó, la estudiante se levantó (el hospital de Cádiz es universitario) y los dos me cogieron por el cuello. Inmediatamente pensé que no debí haber ido a la cita, que, seguramente, hartos de que siempre estuviera yendo a todos los especialistas, estos habían conspirado para quitarme del mundo y ahorrarle, así, dinero a la Seguridad Social. Pero, después de casi haberme ahogado con sus propias manos, cedieron en la presión y me dijeron con voz circunspecta:
-Aha.
Eso lo aclaraba todo.
El médico se sentó una vez más delante del ordenador, abrió mucho los ojos, miró la pantalla, a mí, de nuevo la pantalla, una vez más a mí...
-Pero, tú estás embarazada!!!!
Pensé en las gallinas. Ellas se quedan embarazadas cuando el gallo las "pisa", y, tal vez yo, podía embarazarme con un intento de estrangulamiento. Pensé cómo iba a decirle a Zoe que o el médico, mediante una sutil presión de sus manos en mi cuello, o ella por su potencia sexual, me habían dejado en "estado de gracia". Recordaba que había salido de casa des-embarazada, pero nada es para siemprre...
-Bueno, es una sorpresa para mí -dije ilusionada con la idea de ser mamá y pensando ya en el nombre de mi próximo retoño.
-Ah, no, no. Que no eres tú.
Vaya, al menos me iría de la consulta con tres certezas:
1.- No tenía 50 años.
2.- No estaba embarazada.
3.- Tengo bocio 1A.
Esta semana me ha tocado bronquitis y, por supuesto, uno de los poquísimos antibióticos que podía tomar (soy alérgica a los betalactámicos y los aminoglucósidos) me estaban haciendo puré el estómago. Cuando tengo bronquitis, me pongo fatal del asma, y, cuando estoy mal del asma (imaginaos sin poder meter suficiente oxígeno en los pulmones y sientiendo mareos continuos porque no llega al cerebro todo el que debería ) mi estado de ánimo se vacía.
¿Sabéis eso de que bueno, el dinero no importa, lo verdaderamente importante es la salud? Vale, pues a mí me entran ganas de hacer pruebas diagnósiticas de endocrinología, es decir, estrangular, a todo aquel que suelta tan alegremente esta estúpida máxima. ¿Qué coño hago yo que no tengo dinero y mi salud no es la estrella invitada? ¿Me voy tirando ya a la vía del tren o espero que pase el AVE por Cádiz?
Drift
Hace 6 meses
18 comentarios:
Ande, no se me queje usted tanto que su vida es maravillosa. Usted lo que padece es "Síndrome de Pupismo"
Jajaja!!!
Perdona que me ría a tu salud pero es que eres la reostia.
Cuídate mucho, mi niña.
Besos, besos, besos.
Al menos tienes amollllllll
(Don Micro, siento haberle quitado la frase. AHHHH, se siente, yo llegué antes)
Ah, y porfa, si te tiras a la vía, que no sea justo cuando pase un tren en el que yo vaya montada hacia Cádiz. ;)
Ay, madre, qué pochita.
Aunque defectuosa te queremos igual, con bronquitis, asma, bocio y embarazo... incluso más si cabe.
besos (nada de eso es contagioso, ¿verdad?)
Joder, Prima, la verdad es que lo cuentas que dan ganas de reír. Si estuvieras ya en Marid y en el Taller, el tema de este miércoles es el Humor, y ya lo tenías escrito.
El asma, es lo que me preocupa, porque A la búsqueda del tiempo perdido ya está escrito.
Bueno, por aquí te mimaremos y no dejaremos que nadie te eche el humo a la cara.
¡Qué suerte que lo del embarazo fuera un falso positivo, porque era lo que te faltaba!
Al final, ¿tienes o no tienes bocio? En cualquier caso, cuídate el asma (y, de paso, el síndrome postvacacional).
Un abrazo
PS: Estoy con Nán: una suerte lo del falso positivo. ;-)
Eh... Es cierto, enfadate todo lo que quieras y que nadie nos quite el derecho al pataleo, pero luego Ven. Ven que te achuchemos.
Bueno, si todo parece ser proceso menor y salvando los bronquios cuya dilatada obediencia parece ser manifiéstamente mejorable, has tenido suerte de no salir operada. Te imagino saliendo con pasos acelerados por si acaso.
De todas formas me alegro que lo tuyo no sea neuronal y nos puedas deleitar con esos elaborados retazos de una mala salud de hierro (como dirían en la pérfida isla).
¡Qué gustazo leerte! Ya me voy con la sonrisa puesta.
Me encantan tus diálogos.
¡Qué buena la escena de las cuatro manos en tu cuello!
El mundo de la sanidad es otro mundo. ¡Qué te voy a contar!
Un beso, hermana. (Yo también soy alérgica a los antibióticos.)
Aaaay, Juanma, si es que yo soy Margarita Gaultier (el apellido no es un error, no en mí).
Estnom, no le quiero decir las carcajadas que sueltan los médicos cuando me preguntan mi historia y empiezo a largar.
Etdn, no te preocupes, de momento no tengo intención de tirarme al tren. Y no soy defectuosa, sólo especialita (término que usó una médica para denominar lo mío).
Nán, con mi suerte, hubiera sido embarazo múltiple.
Mega, sí, sí, Bocio IA. A final de mes me tengo que sacar sangre para ver si la tiroides está funcionando.
Par, si no me enfado, no te preocupes. ¿Pa qué? Mi madre insiste en que yo era hija deseada, pero no sé si creerla.
Anónimo, es que aún no les he hablado de mi psiquiátra.
Winsta, ¿así que hermanas de alergia? Ya decía yo que teníamos conexión. jeje.
claro que eras - eres- deseada. Y por muchos!
Bueno, Par, te agradezco ese piropazo, pero no es así.
Pero ¿quién ha dicho que lo suyo no es cerebral, anónimo?
Todo esto son invaginaciones suyas, en el fondo no tiene más que un cuelgue muy importante. Lo del bulto en la garganta es psicosomático, y lo que le han mandado es un placebo. Eso sí, es un placebo aliñao, para que le haga polvo el estómago (es que si no, no cuela: los médicos son muy listos).
Tch. Cuando me lo contó, me pareció que el médico tenía que estar de broma. Pero no: ellos son así. Cuando hace muuuuchos años fuimos a hacernos la ficha federativa de baloncesto, nos tocó un médico hiliposha (o chilibollas, que diría la poeta agonizante de los pulmones). Imagínense a cinco tíos en calzoncillos. Y va y le pregunta al primero (que era el primero de la cola):
- ¿Sexo?
Y el otro, con reflejos impecables, le sonrió y le dijo.
- Bueno, vale.
Como éramos muy jóvenes, el médico le echó una bronca (para encubir su excitación sin duda).
Galenos, en fin.
(En el primer primero, escriban "Sarunas": se me ha ido la pinza por redactar a toda mecha).
¿Qué tal, Carmen? ¿Problemas de tiroides, bronquitis, alergias...? Cuídese esa salud (que parece algo quebradiza en esta época) con muchas "vitaminas de cariño" y unos baños oceánicos que hacen maravillas y, si es necesario la ayudita de una medicina, pues la toma (con precaución, por lo de la alergia) y, ya está.
¡Que se recupere pronto!
Besos.
Carmencica, no sé cómo me lo puedo haber pasado tan bien con esta escena... Tienes bocio al final o qué? Cuídate mucho joé, aunque sea de la pupitis de la que te acusan por ahí :P
Te dejo un poema al caso, de mi amigo Jose Mari, que acaba de sacar su primer libro de poemas, "Oposiciones a desencuentro":
ASMA
Cuando el asma murmulla entre los bronquios
las horas se transforman en verdugos
que cortan la cabeza a mi esperanza.
Entonces me pregunto a qué se debe
la asfixia de pulmones inocentes
cansados ya del óxido y la crisis.
Tan sólo se me ocurre una razón
a pesar de la tos y del chirrido:
ahogarse en este cuerpo es el impuesto
de aquél que busca alientos de respuesto
y halla en cada verso su respiro.
Ea! A ver si nos vemos pronto!
besos mesetarios
Esas son las interesantes, claro.
Agitando el coctel (molotov por supuesto), y sólo por incendiar, hace tiempo que creo ser partidario de la corriente antipsiquiátrica, que dice que las enfermedades vienen del ambiente más que de la propia predisposición genética, ya que por más vueltas que se le da al meollo no está claro que haya una base orgánica en todos los enfermos mentales. Es por ello que me pregunto si deberíamos cambiar la frase "dime con quién andas y te diré de que padeces".
Y ahora unamos nuestras manos...
Don Micro, al menos yo tengo la certeza de existir más allá de que una dama exista o no. Es decir, que mi mismedad se siente con ánimos y pupitas varias, pero son mías porque mismamente soy. ¿Le ha quedado claro? Ea, pues si es así, me lo va explicando a mí.
Luisa M.,gracias por los cariños. Se le ha olvidado indicarme cómo he de tomarlos.
Gran Miguel, qué bien verte por aquí, vamos por el blog y por España, no? Vaya que bienvenido. Nos veremos prontito y muchas gracias por ese pedazo de poema de su amigo asmático, porque sólo un asmático podría contarlo así.
Anónimo, unámosla, unámosla. O mejor, purguemos nuestros pecados, o mejor aún, algo. Camarero, me va sirviendo otra, ande.
Lo siento, no suelo pararme a escribir comentarios en blogs ajenos, porque nunca sabe una donde se mete... pero no tengo por menos que agradecerte el buen rato que me has hecho pasar a las cinco de la mañana (que ya es dificil)...
Ay! Pobrecita mía...
Ánimo, que lo de las tiroides no es nada! Que servidora lleva 11 años con hipotiroidismo y no pasa ná de ná...
Un beso y cuídate, que falta te hace.
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