jueves, 22 de febrero de 2007

NECESIDAD


Necesidad

Tengo tiempo...

Hoy me quedo para verme
a solas con mi corazón.
Hoy salí a la calle a saciarme
de todas las pieles,
de todos los lechos
sin salitre,
de todos los niños de pan y azúcar.
Tengo tiempo...
Llegaré al hogar que me desventura los
ojos y buscaré el paralelismo de mi reflejo
en lo que abrocho mis pedazos.
Hoy me quedo para ver
todas las cicatrices
que dibujan mi silueta
hoy, a penas como siempre,
y tan sola como este corazón.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado. Mucho. Poco se puede decir cuando te has quedado sin palabras. Un beso.

NáN dijo...

Déjame a mí, por favor, que una algunos de esos pedazos.

Sin necesidad de abrochar. Solo con la mirada que te encuadra.

Con la suavidad que necesitas.

Y con el silencio requerido para que sigas usando un lenguaje tan hermoso. Acercándote más y más al centro. (O a sus antípodas).

¿Quieres?

Paralelo 49 dijo...

"Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos..."

Yo sé que a veces, tú yo yo lo cantamos.

Paralelo 49 dijo...

"Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores."

Sí... a veces...

Anónimo dijo...

¿Tú sin palabras, Peter? No me lo puedo creer.

En eso estamos, Nán... Yo sé que tu voz me hace bien, que tus palabras son un bálsamo. Gracias, gracias, gracias.

Sí, la he cantado tantas veces. Ahora, nos la cantamos al oído, como Nán esa Palabras para Julia, y es aún más hermoso. Seguimos caminando, como siempre...

Lara dijo...

Pero y esas telas de araña concienzuda ¿dónde están, dónde?
En tu corazoncito no, maidarling.

Anónimo dijo...

Prometo intentar enseñarte a tocar esa canción.

Te vas a enterar de lo que vale un peine, gondálica Carmenciya.

Oh, sí.

Anónimo dijo...

Jejeje... Sí, soy rápida leyendo posts (que bien lo del guitarreo). Y no, esas telarañas tan feas no están en mi corazón porque hacéis que jamás perduren, Niña Lara.

Anónimo dijo...

El tiempo... algo que nunca nos da tregua y siempre nos da nuestro reflejo
Menchu

Anónimo dijo...

Cuando no te conocía. Eras un mundo.

Al azar he elegido entre tu cuaderno. Para empaparme.

Es como leer un incunable de los sentimientos.

Un beso. Anónimo: 10/06/2007