miércoles, 16 de enero de 2008

EL CIRCO


El circo en el que has convertido nuestro tiempo; tu manera de forzarme a decir lo que no quiero; tus promesas incumplidas siempre; tu estúpida creencia de que soy tuya/o; tu forma de mirarme desde la tribuna...

Vuelo contra el viento
para contar que estoy de paso
para mirar ese escote que se aja
para decirte que no tengo precio,
que ahora ya puedes,
al fin puedes,
decirme la verdad,
mirarme a los ojos y asegurarme
que mi vida te importa
tan sólo de forma cíclica.

A los que soportamos las mentiras de tantos, los besos de Judas, que diría Sabina. A todos esos que se empeñan en considerarnos idiotas: la salida está por ahí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y detrás de la salida, un barranco.

Anónimo dijo...

¿Y en vez de un barranco por qué no nuevos caminos por los que empezar, continuar...?

Anónimo dijo...

Esos caminos, para nosotros. El barranco, para los otros. Me he vuelto un poco radical. Ustedes perdonen.