LA VIRGEN DEL ROSARIO Y PESCAÍTO FRITO

Una de las cosas que más puedo echar de menos de Cádiz (de momento sólo echo de menos a mis amigos y familiares más cercanos) es el océano. Diciendo esto no les digo nada nuevo, ¿verdad? Bueno, también está el pescaíto frito que, realmente, cuando vives en Cádiz lo comes de higos a breves o tendrías un sobrepeso de esos mastodónticos. Bueno, si te apuntas a un gimnasio para quemar calorías a lo salvaje, pues no. Si haces eso podrías comer todo el pescaíto frito con cerveza fría que te diera la gana. Pero, claro, ya saben ustedes que mi salud no es lo que se dice de hierro. Bueno, podría considerarse de hierro si tomásemos como referencia una barra de acero totalmente oxidada. Pero, claro, nadie suele tomar ese referente poque es un tanto cutre. Yo soy de las que va al gimnasio toda una semana, me machaco para ganar algo de musculatura (sin estridencias porque si hay algo a lo que mi cuerpo se niega en rotundo es a hacer músculo) y, luego, me paso dos semanas sin ir porque en un esfuerzo se me ha roto un músculo (vaya, el único que tenía) y me mandan reposo absoluto. Osea, que si podía estar comiendo pescaíto frito lo que me diera la gana porque iba al gimnasio, ahora debo comer cositas a la plancha para no esponjar como una magdalena olímpica de los cafés.

Se preguntarán ustedes qué tiene que ver todo esto con la Virgen del Rosario... En realidad lo único que tiene que ver es que es la patrona de Cádiz. Antes teníamos también patronos (San Servando y San Germán), pero decidimos eliminarlos de las festividades porque, claro, al ser dos deberíamos tener dos días de fiesta en la ciudad al tener cada uno en un aparte onomástico dos días reseñables en su calendario vital (llegados a este punto hay que señalar que San Servando y San Germán fueron dos mártires cristianos, no sé qué hicieron para ganar tan insigne título, pero tuvo que ser algo muy malo porque están puestos delante de Las Puertas de Tierra de Cádiz y como se pasan todo el día abiertas, están cogiendo un relente....). Bueno, pues eso, el 7 de octubre fue la Virgen del Rosario y yo estaba en Madrid. ¿Cómo no echarla de menos?

Tengan en cuenta que yo trabajaba en San Fernando (más conocida por la Isla de León, El Camarón de LA ISLA, y la Niña Pastori, que ,aunque no luzca la palabra "isla" por ningún lado, es de allí) así que jamás celebrábamos el día de la Virgen del Rosario, sino la Virgen del Carmen (sí, si de algo estamos orgullosos en Cádiz es de tener un montón apilado de vírgenes). A mí, celebrar la Virgen del Carmen, teniendo en cuenta que me llamo Carmen, me hace más gracia, la verdad. Pero, también reconozco (si algo bueno tengo es que reconozco) que era una putada el 7 de octubre en el curro porque, en realidad, la empresa sólo trabaja con empresas de Cádiz y Madrid, así que era un día en el que si necesitabas aclarar algo con el banco, pues te aguantabas y ya está. No había más.

Quiero rendir un emotivo homenaje a los que eran mis compañeros de curro (mi hermano pequeño incluído) y decirles que el 7 de octubre me acordé mucho de vosotros.

Ay, y que viva la Virgen del Rosario y el Pescaíto Frito.